Diferencias entre factoring y anticipo de facturas

Hoy vamos a hablar sobre las diferencias entre factoring y anticipo de facturas. Cuando hablamos de métodos de financiación para las empresas, son muchas las opciones por las que podemos optar. Pero… ¿Existe algo similar al anticipo de sueldo del trabajo para este tipo de entidades? Lo cierto es que, aunque pueda parecer algo imposible, sí que existe. Y precisamente es sobre lo que hablaremos en esta nueva publicación de nuestro blog. En ella  nos centraremos en dos de los métodos que existen para ello y sus diferencias: el factoring y el anticipo de facturas. 

En ambos casos son alternativas de financiación para las empresas que lo que buscan es adelantar el cobro de sus facturas. Esto les otorga la posibilidad de obtener liquidez inmediata y no tener que esperar un tiempo hasta que se produzca el cobro de la factura en cuestión. Sin embargo, pese a ser dos modelos de financiación similares cuentan con ciertas diferencias. Así que vamos a explicar sus características y cuáles son esas variaciones que los hacen distintos.

¿Qué es el factoring? 

Si comenzamos por el factoring, debemos explicar que consiste en un contrato entre una empresa y una entidad financiera. Mediante el mismo se acuerda la cesión de una factura a cambio de recibir el dinero de manera inmediata. Es decir, la entidad financiera paga el importe de la factura a la empresa de forma adelantada. 

Eso sí, ese importe no representa la totalidad de la cantidad adeudada. Lo que se hace es restarle a la misma un porcentaje en concepto de intereses y comisiones, que es lo que se lleva la entidad a cambio de adelantar el dinero. Por norma general podemos distinguir entre dos tipos de factoring: 

• Sin recurso: la entidad financiadora  asume el riesgo de impago, de manera que si el cliente no paga la factura la entidad financiera se encargará de esta situación.
• Con recurso: en este servicio la entidad financiadora no asume riesgo de insolvencia y si el cliente no paga tendrá que asumir el impago la empresa. 

¿Y el anticipo de facturas?

Por otra parte tenemos al anticipo de facturas, que también es una vía de financiación perfecta para no tener que esperar al cobro de la factura. En este caso la empresa recibe un anticipo por un trabajo que todavía no ha cobrado pero sí que ha realizado. Lo hace a través de una entidad financiera, que a cambio de realizar el anticipo percibe un interés y una  comisión de gestión. 

Principales diferencias entre factoring y anticipo de facturas

Como has podido ver, a priori no existen demasiadas diferencias entre factoring y anticipo de facturas. Entonces… ¿Son lo mismo? La respuesta es que, aunque tengan muchas cosas en común, cuentan con pequeñas diferencias. Y eso es precisamente lo que vamos a intentar aclarar a continuación para que no haya lugar a dudas. 

Para empezar, debemos aclarar que el factoring es un servicio global en el que se ofrecen diferentes subservicios que se pueden contratar o no. Por ejemplo, una empresa que vende factoring también puede ofrecer servicios de gestión de cobro, entre muchos otros. Es algo que observamos con frecuencia en casos de empresas que ofrecen estos servicios y también asumen el riesgo de impago, de modo que lo que ofrecen es un servicio integral. 

Por otra parte, el anticipo de facturas podríamos enmarcarlo como un servicio dentro del factoring. De hecho, en el caso del anticipo de facturas suele ser con recurso mientras que el del factoring ofrece más opciones para las empresas. A parte de esta sutil diferencia, también hay que diferenciar los servicios adicionales que van aparejados a cada modelo. Es importante tener en cuenta la entidad que aporta la financiación, ya que en el anticipo de facturas  y en el factoring compiten  las  entidades tradicionales como los bancos con la financiación alternativa. Decidir entre una opción u otra dependerá de la estrategia  financiera de la empresa,  cuyo servicio ofrecemos cada vez más empresas.

¿Te apuntas?